La más extensa de todas las áreas municipales de Israel, el sur de Israel o El Néguev, es hogar de algunas de las vistas más impresionantes del país, naturaleza y atracciones turísticas.
Ubicado en una latitud similar a la del desierto del Sahara, el Néguev se caracteriza por unas condiciones climatológicas extremas a pesar de su relativa proximidad geográfica al Mediterráneo.
En tiempos lejanos, la cultura nabatea fue la que gobernó la zona durante cientos de años. Aún pueden verse rastros de los pueblos nabateos en la zona, así como las ruinas de la era de sus predecesores: el imperio otomano.
Durante la década de los años 50, David Ben Gurión (el primer Primer Ministro de Israel) fue defensor acérrimo de las posibilidades del Néguev para situarse al frente de los asentamientos nuevos en Israel. Tanto fue así que, en 1953, dimitió de su puesto oficial y se trasladó a una comunidad kibbutz (comuna agrícola) en el sur llamada Sde Boker. Allí dedicó su tiempo a trabajar y a servir como ejemplo viviente de su proyecto a largo plazo para el Néguev.
Su visión para la zona recobró fuerzas con la llegada de oleadas masivas de inmigrantes en la década de los años 80. A muchos de los inmigrantes rusos recién llegados se les ofreció alojamiento a precios rebajados en las pequeñas ciudades satélite del Néguev, como Dimona y Yerucham, donde siguen residiendo en la actualidad.
Be’er Sheva, capital del Néguev y la séptima ciudad más grande de Israel, es tanto un núcleo cultural como una metrópolis próspera, y en ella está una de las principales universidades de Israel: la Universidad Ben Gurión. La universidad lleva este nombre en honor del primer hombre que imaginó la posibilidad de una metrópolis llena de vida, a pesar de las condiciones geográficas y físicas del seco y árido desierto del Néguev.
La población beduina nativa de la zona es de origen tribal e itineran por la zona según las estaciones del año y las condiciones climatológicas. Hay numerosos pueblos beduinos para visitar si viaja por la zona, sobre todo los centros más poblados como Rahat y Tel Sheva.
El Néguev también es un destino casi obligado para cualquier entusiasta de los vehículos todoterreno y jeep. Su interminable extensión de tierra, salpicada de pozos ocultos y senderos, cráteres y áreas montañosas, son un lugar perfecto para visitas de un día de duración y rutas de senderismo con estancias de una noche al aire libre.
El Néguev, que cubre el 60 % del territorio del país, es una de las zonas más singulares de Israel, con tesoros naturales, pozos apartados y senderos remotos, y oportunidades vacacionales de sobra.
Da igual si le gustan los deportes extremos, si prefiere la tranquilidad de las noches del desierto o si es aficionado a la historia y la arqueología, el sur de Israel es un verdadero paraíso para quienes les gusta despertarse en la quietud del desierto y disfrutar de la magia de las enormes extensiones del Néguev. El Néguev ofrece una combinación de viajes de aventura y vacaciones de descanso, para dar respuesta a todas las preferencias. Excursiones por el río y cascadas, sitios históricos, parques, jardines, pueblos rurales, museos y festivales, el Néguev lo tiene todo.