Hemos elaborado una serie de recomendaciones para ayudarle a hacer frente a los cambios que su cuerpo puede sufrir durante el vuelo y mejorar su comodidad antes de llegar a su destino. La salud en el vuelo comienza aquí.
Condiciones en el avión
Humedad y deshidratación en la cabina
La baja humedad del aire exterior que se bombea a la cabina de pasajeros, hace que los niveles de humedad en el interior sean extremadamente bajos (menos del 25 %) lo que puede provocar sequedad en la nariz, garganta y ojos (incluso podría tener picor si lleva lentes de contacto). Para hacer frente a esto, es recomendable beber agua y zumos con frecuencia y limitar la ingesta de café, té y alcohol durante el vuelo, ya que esto favorecería una pérdida de líquidos y contribuiría, por tanto, a una mayor deshidratación. Se aconseja a los pasajeros que usen lentes de contacto, que se los quiten y utilicen en su lugar gafas, para prevenir la irritación ocular. Además, se recomienda utilizar una crema hidratante para refrescar la piel.
Aire comprimido en la cabina de pasajeros
La presión atmosférica fuera del avión no es apta para la vida humana, por lo que es necesario comprimir el aire en la cabina de pasajeros a una presión similar a la existente en tierra (en las altitudes de vuelo más altas la presión del aire es similar a la que existe en las estaciones de esquí). Después del despegue y antes del aterrizaje, la presión en la cabina de pasajeros sufre cambios, lo que generalmente no representa ningún problema para la mayoría de los pasajeros (aunque los niños y los bebés son especialmente sensibles a ello). Sin embargo, si usted tiene una inflamación en las vías respiratorias superiores o en los senos nasales, alguna enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), anemia o enfermedades del corazón, podría sufrir molestias en la nariz, la garganta y los oídos debido a la baja cantidad relativa de oxígeno en el aire o debido a los cambios de presión.
Si sufre alergias que afecten a la nariz, o está resfriado, las membranas nasales inflamadas pueden obstruir los diminutos canales entre las fosas nasales y las trompas de Eustaquio, causando malestar y dolor cuando el avión descienda. Consulte con su médico sobre el uso de aerosoles nasales, dilatadores de las mucosas y antihistamínicos unos 30 minutos antes del descenso para ayudar a abrir los canales auditivos y los senos paranasales.
Puede tratar de igualar la presión en los oídos tragando o bostezando. Estas acciones ayudan a abrir las trompas de Eustaquio, igualando la presión entre el oído interno y la faringe. Si viaja con un bebé, puede alimentarlo o darle un chupón durante el descenso. La succión y la deglución ayudarán a los bebés a igualar la presión en sus oídos. Si padece algún trastorno médico que requiera oxígeno adicional, puede solicitárnoslo. Notifíquenos sus necesidades con al menos siete días de antelación a su vuelo.
Durante el vuelo
Consumo de comidas y bebidas
El consumo de alimentos y bebidas adecuados mejorará su bienestar durante e inmediatamente después del vuelo. Se recomienda evitar comer en exceso antes y durante el vuelo, ya que es difícil digerir tanta comida cuando el cuerpo no está activo. También es aconsejable reducir al mínimo el consumo de café, té y alcohol.
Relajación muscular
Estar sentado en posición recta sin realizar actividad física alguna durante un largo periodo de tiempo puede producir un determinado número de efectos:
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Los músculos se podrían tensar, causando dolores de espalda y una sensación de agotamiento durante e incluso después del vuelo
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La presión sobre las venas de las piernas puede interrumpir el flujo de sangre de regreso al corazón
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La interrupción del mecanismo de retorno normal de la sangre al corazón, junto con los efectos de la gravedad, puede provocar que las piernas se hinchen después de un vuelo largo, ya que los líquidos se acumulan en los tejidos
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Hay una teoría que apunta a que la falta de movimiento durante un tiempo prolongado en combinación con ciertos medicamentos o factores de riesgo médicos específicos puede acelerar la formación de trombosis venosa profunda en las piernas
Los factores de riesgo relacionados con la formación de la trombosis en las piernas, de acuerdo a estudios médicos, incluyen tener un historial personal o familiar de TVP (trombosis venosa profunda), cirugía o lesión reciente, especialmente en las extremidades inferiores o en el abdomen, problemas del sistema circulatorio que provoquen una coagulación excesiva, inactividad durante un día o más, edad superior a 40 años, tratamiento hormonal con estrógenos, incluidos los anticonceptivos, embarazo, fumar tabaco, enfermedad maligna en el pasado o en el presente, obesidad, deshidratación y venas varicosas en las piernas.
Si usted pertenece a uno de los grupos de riesgo mencionados anteriormente o tiene alguna duda sobre su salud respecto al vuelo, le recomendamos que realice una consulta médica previa a su viaje. Las medias elásticas pueden ayudar a prevenir la hinchazón del tobillo y del pie y también pueden mejorar el retorno de la sangre desde las extremidades inferiores. Durante el vuelo, mueva las piernas y los pies durante tres o cuatro minutos cada hora mientras esté sentado y también trate de caminar por la cabina de pasajeros de vez en cuando. Realice los sencillos ejercicios que se recomiendan a continuación, en el apartado "Actividad física durante el vuelo".
Actividad física durante el vuelo
Los siguientes consejos o ejercicios durante el vuelo, están destinados a proporcionar una manera segura de estirar determinados grupos musculares, que podrían llegar a tensarse debido a las largas horas de estar sentado. Los ejercicios son efectivos para aumentar el flujo de sangre en el cuerpo y proporcionar un masaje a los músculos. Le recomendamos realizar estos ejercicios provocando la mínima molestia al resto de pasajeros. Evite cualquier ejercicio que le cause dolor o que no se pueda realizar fácilmente.
- Giros de tobillo
Levante los pies del suelo. Trace un círculo con la punta de los pies, moviendo un pie hacia la derecha y el otro hacia la izquierda. Cambie el sentido de giro. Realice giros en cada sentido durante 15 segundos. Repítalos tantas veces como quiera. - Impulso con los pies
Este movimiento se realiza en tres etapas:
1. Comience con los dos pies en el suelo, elevándolos lo más alto que pueda
2. Coloque ambos pies apoyados en el suelo
3. Levante sus talones, manteniendo las puntas de los pies en el suelo
Realice estas tres etapas en un movimiento continuo a intervalos de 30 segundos. - Elevación de rodillas
Levante la pierna con la rodilla doblada, encogiendo el músculo del muslo. Cambie de pierna. Repita de 20 a 30 veces con cada pierna. - Giros de cuello
Con los hombros relajados, baje el lateral de la cabeza hacia su hombro y mueva suavemente el cuello hacia adelante y hacia atrás, manteniendo cada posición durante cinco segundos. Repita el ejercicio 5 veces. - Lleve la rodilla al pecho
Inclínese hacia delante ligeramente. Coloque sus manos alrededor de su rodilla izquierda y abrácela contra su pecho. Mantenga esta posición contraída durante 15 segundos. Sin soltar la rodilla, baje lentamente. Cambie de rodilla. Repita el ejercicio 10 veces. - Inclínese hacia delante
Con los dos pies en el suelo y el vientre contraído hacia adentro, inclínese lentamente hacia adelante y mueva las manos hacia abajo, avanzando hacia los pies en la dirección de sus tobillos. Mantenga esta posición de estiramiento durante 15 segundos y vuelva lentamente a una posición sentada y erguida. - Rotación de hombros
Arquee los hombros hacia adelante y luego hacia arriba y hacia abajo en movimientos circulares suaves.
Efectos del movimiento
Mareos por movimiento (cinetosis)
La cinetosis es causada por un conflicto entre nuestro sentido de la vista y nuestro sentido del equilibrio que se encuentra en el oído interno. Las turbulencias favorecen la cinetosis, ya que aumentan el movimiento del fluido en el oído interno. Enfocar su vista en un objeto o lugar fijo le ayudará a reducir los mareos y las náuseas. Hay disponibles medicamentos sin receta, no obstante le recomendamos consultar con su médico acerca de qué medicamentos son adecuados para usted.
Desfase horario (jet lag)
Cuando volamos nos estamos moviendo a gran velocidad a través de varias zonas horarias, provocando una perturbación en el reloj biológico de nuestro cuerpo sin poder darle la oportunidad de adaptarse a los nuevos ciclos de día y noche. En general, cuantas más zonas horarias se crucen en el curso de su vuelo, más afectado se verá su reloj biológico. Los síntomas más frecuentes del jet lag son insomnio, fatiga, pérdida de concentración, pérdida de apetito o el deseo de comer a horas inusuales. En general, el reloj biológico requiere un promedio de un día por cada zona horaria cruzada para ajustarse a la zona horaria del destino final.
Para minimizar los efectos de la fatiga, es recomendable descansar y tener una buena noche de sueño antes del vuelo, y si es posible, después de llegar a su destino, permítase un día o dos para adaptarse a la nueva zona horaria. Siempre que sea posible, utilice vuelos directos hacia su destino para minimizar la duración del viaje y, por lo tanto, el jet lag. Si no puede dormir una vez que ha llegado a su destino, realice un poco de ejercicio moderado, salga a dar un paseo vigoroso o simplemente lea algo.
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Es preciso aclarar que la información aquí proporcionada es de carácter general y no pretende sustituir la consulta con un médico certificado